Las estructuras soporte para colectores se utilizan para la concentración de la radiación solar. Con este sistema, la energía solar se capta a través de espejos parabólicos de alta reflectividad, concentrándose sobre un tubo absorbedor.
Después, a lo largo del tubo circula aceite que, al ser un líquido térmico, se calienta hasta una temperatura de unos 400 ºC. Luego, pasa por un intercambiador de calor, donde se genera vapor de agua que estimula una turbina que finalmente produce electricidad.